miércoles, 15 de julio de 2009

Acaparan subsidios gran parte del presupuesto de la Sagarpa


Algunos productores reciben apoyo hasta 70 veces
Pretende la Secretaría de Agricultura despolitizar los recursos
Invertiría en proyectos altamente productivos: Jeffrey Max Jones
Por Leticia Rodríguez López

La Secretaría de Agricultura buscará despolitizar los recursos destinados al campo y eliminar gradualmente los subsidios a los particulares para que dejen de irse a fondo perdido, y se pueda invertir en proyectos altamente productivos y en bienes públicos, como la construcción de caminos rurales.
Jeffrey Max Jones Jones, subsecretario de Fomento a los Agronegocios, aseveró que el presupuesto del campo ha sido uno de los más politizados y durante décadas se utilizó como una forma de controlar el voto verde en el medio rural mexicano.
En entrevista con EL FINANCIERO afirmó que los programas orientados al sector no se diseñaron bajo una lógica económica, sino más bien con un enfoque político, que desencadenó un asistencialismo mal entendido.
Convencido de la necesidad de trabajar hacia un nuevo modelo productivo para el campo mexicano, a fin de hacerlo más competitivo y redituable, resaltó la necesidad de contar con una política de Estado que no sea proyecto de un partido, que beneficie no sólo al sector, sino a los consumidores, y una parte medular del nuevo esquema es el financiamiento.
En este nuevo proceso de sustitución de subsidios —que llevaría por lo menos diez años concluirlo— la premisa fundamental debe ser el mercado y la protección a los consumidores.
Se debe dejar atrás la visión paternalista y asistencialista, toda vez que el gobierno no tiene por qué otorgar los recursos, sobre todo cuando responden a intereses particulares.
Es cierto que el gobierno tiene un papel subsidiario, pero la forma de trabajar tiene que ser otra. Los recursos públicos deben invertirse en el bien común, canalizarse a proyectos productivos, en la sanidad e inocuidad de los alimentos, en investigación y tecnología.
Escaso margen
Prácticamente todo el presupuesto de la Secretaría de Agricultura, que este año fue de alrededor de 70 mil millones de pesos, se destina a subsidios, y es muy poco el margen que se tiene para invertir en la construcción de bienes públicos en beneficio de la comunidad en general, reconoció.
Hay casos en que algunos productores han recibido 76 diferentes apoyos del gobierno; "sólo se dedican a ordeñar la vaca", y es que a fin de cuentas es un dinero que no les cuesta porque va a fondo perdido.
El funcionario confió en que la nueva conformación política de la Cámara de Diputados, donde el PRI obtuvo la primera minoría, no detenga el proyecto de sustitución de subsidios, en el que ya se cuenta con aliados, entre ellos algunos gobernadores y el senador Heladio Ramírez López, quien se ha mostrado "encantado con el programa".
Hizo ver que algunos de los paradigmas del campo han cambiado, ya que por mucho tiempo prevaleció la idea de que la riqueza se basaba en la tenencia de la tierra, pero la gente no salió adelante de la pobreza, no se resolvió el problema social con la repartición de hectáreas.
La apuesta del gobierno es ir a una economía de mercado, defender el bien común, cambiar las inercias, que los recursos tengan resultados más eficientes.
Hay que redefinir la política agroalimentaria, que es producir más alimentos, con mejor calidad y a precios más competitivos.
Y aun cuando se trata de una tarea titánica, hay la confianza en que se podrá avanzar, porque incluso muchos productores están interesados en el nuevo esquema de generar ellos mismos sus recursos y ser más productivos. (Con información de El Financiero/APB) México, D.F.

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